El brutal crimen del subteniente platense Héctor Daniel Luján (38), ocurrido la madrugada del pasado domingo 13 de noviembre, luego de que un delincuente le disparara con el arma que le había sustraído a otro agente, generó una profunda conmoción en nuestra ciudad. No sólo por lo que significa la forma atroz en la que fue ultimado, sino también por las precarias condiciones en la que se encuentra trabajando la mayoría de los agentes de
El policía asesinado vivía muy ajustado con su salario y, luego de cumplir su jornada laboral, debía realizar horas extras como guardia de seguridad en un supermercado chino y en el aeropuerto de
Los números hablan por sí solos. Un agente que recién empieza gana $ 2.500 de salario, es decir, tiene que arriesgar su vida por unos $ 83 por día. Y recibe un plus de $ 14 por hora extra (hora Cores o Polad), casi lo mismo que lo que percibe una empleada doméstica a partir del último aumento establecido por el Gobierno nacional.
Esta situación de precariedad laboral estaría llevando a que cada vez más agentes abandonen
“En los últimos meses, quince compañeros míos se fueron a
El problema del uniforme
En
Otras fuentes policiales agregaron: “Si se tiene en cuenta el salario inicial de $ 2.500 de sueldo, y un policía puede hacer un máximo de 120 horas extras por mes (Cores y Polad), a lo sumo un agente que recién empieza puede ganar $ 5.080 mensuales. Esto significa trabajar un total de 420 horas al mes, que es una barbaridad. Por ejemplo, un operario de una fábrica o empresa que trabaja diez horas diarias de lunes a sábado totaliza unas 240 horas mensuales, es decir, la mitad de lo que trabaja un policía”.
Y concluyeron: “La carga horaria y el magro sueldo explican en parte por qué muchos de los policías se terminan divorciando: se la pasan trabajando, en la calle, y prácticamente no ven a su familia y no tienen descanso”.
En foco
La necesidad de profesionalizar la fuerza
Las precarias condiciones salariales en las que se desempeñan la mayoría de los policías bonaerenses son una clara muestra de la falta de profesionalización de la principal fuerza de seguridad de
Un policía que arriesga cotidianamente su vida por el cumplimiento del deber debe tener un sueldo digno y no verse obligado a hacer changas que le quitan horas de sueño y termina influyendo en su rendimiento.
Las reformas y contrarreformas, que pusieron en marcha los gobiernos que administraron
Es necesario empezar a introducir reformas de fondo, que apunten a una verdadera profesionalización, con más y mejor inversión desde el Estado. Y que contemplen, también, la modificación de las escuelas de formación, para que aquellos agentes que tienen la enorme responsabilidad de portar un arma para defender a los ciudadanos estén en condiciones psíquicas y físicas para poder hacerlo.