Día Nacional del Gaucho
A través de uno de los personajes más
Por eso, se decidió ligar el nacimiento del autor
El Gaucho es, sin dudas, el arquetipo de nuestra nacionalidad,
y José Hernández, quien lo puso en la consideración del
pueblo de su patria, la que él conquistó a pata de caballo
y defendió con su vida. Por eso el 6 de Diciembre se
recuerda su gesta y su impronta, para tratar de recobrar
un poco de sus valores y de aquello que llevó, allá por el
mil ochocientos y tantos, a ser distinto de sus antecesores
y diferente a cualquier otro habitante de la tierra.
En ese tiempo y espacio se consolidó como forjador de
nuestra Identidad Nacional. El Gaucho se destacó por
su predisposición a brindarse al prójimo, a estar siempre
dispuesto, sin esperar nada a cambio, su vocación por
la libertad, su hidalguía, su valentía en las luchas de
independencia.
El ambiente del gaucho fue la llanura que se extiende
desde la Patagonia hasta los confines orientales de Argentina,
llegando hasta el Estado de Rio Grande del Sur, en
Brasil (gaúcho).
El proceso evolutivo del gaucho y el uso de esa palabra
se desarrolló sin solución de continuidad. Distintos
tipos de gaucho existieron en Argentina antes de 1810,
es decir antes de ser conocidos con ese nombre. Peones
de campo existieron desde que comenzaron a formarse
las primeras estancias, aunque hayan sido pocas al
principio. El tercer tipo - que luego se llamó gaucho
alzado - existió en reducido número. Pero no fueron
los primitivos peones ni los "fuera de la ley" quienes
le dieron la característica suficientemente fuerte para
llamar la atención.
Es indudable que el tipo de gaucho que tuvo realmente
fisonomía peculiar - el primero que fue llamado así - fue
el gaucho nómada, no delincuente, que estuvo implícito
en el gauderío oriental del s. XVIII. Este gaucho fue
algo más que un simple vagabundo. Adquirió en la
Argentina, a lo largo del s. XIX rasgos propios bien
definidos. Y cuando se difundió suficientemente -
es decir, a medida que fue creciendo la población
rural - fue llamado gaucho, como también se había
llamado al paisano oriental del s. XVIII.
Hábiles jinetes y criadores de ganado, se caracterizaron
por su destreza física, su altivez, su carácter reservado
y melancólico.
Casi todas las faenas eran realizadas a caballo, animal
que constituyó su mejor compañero y toda su riqueza.
El lanzamiento del lazo, la doma y el rodeo de hacienda,
las travesías, eran realizados por estos jinetes, que
hacían del caballo su mejor instrumento; en el caballo
criollo no sólo cumplía las faenas cotidianas sino que
con él participó en las luchas por la independencia,
inmortalizando su nombre con las centauras legiones
de Güemes.
Fue el hombre de nuestro campo, principal escenario
de su vida legendaria y real. De vida solitaria ya en
grupos de tiendas, como las tribus nómades ya en
rancheríos aislados como en la pampa sureña.
Recordemos al Gaucho, que recordándolo nos
reencontraremos con nuestras raíces y nuestra
propia identidad nacional.
Desde Alberti Multimedios saludamos en su dia a
todos los gauchos y paisanas, compañeras
incondionales del hombre de campo