La policía investiga, aunque el misterio persiste
En la mañana de ayer, poco antes del mediodía, se efectuó el sepelio de los restos mortales de Edith Taborda de Aristi, vecina de nuestro medio, quien halló la muerte en forma trágica en la noche del pasado domingo.
Recordemos que el ingreso de desconocidos a la casa de la calle Escalada 2045, terminó con el ataque a la única ocupante de la casa y la desaparición de una suma importante de dinero, considerada cerca a 4.000 dólares y unos 3.000 pesos.
Personal policial de nuestra ciudad, con apoyo de unidades especiales en la detección de huellas, trabajaron en forma intensa desde el primer momento.
Ayer la tarea no declinó y se intensificaron las reuniones en base a distintas informaciones recibidas, y directivas emanadas desde la fiscalía de turno ordenando dos allanamientos que dieron resultados negativos.
Respecto a las huellas dactilares, el proceso de las mismas se hace fuera de Bragado y también el cotejo correspondiente, por lo cual han de pasar horas para tener algún resultado en este sentido.
No se descarta que él o los desconocidos asaltantes, convertidos en homicidas, hayan utilizado guantes. En tal sentido, se pudo saber que pese al desorden producido en un modular, sólo se llevaron dinero, descartando joyas de valor que estaban en lugar visible.
La víctima, recordó la policía, habría recibido dos golpes, el segundo de ellos cuando ya se encontraba tirada en el piso y se piensa que Edith Taborda de Aristi podría haber reconocido al o a los actores del homicidio en ocasión de robo, que obraron de esa forma para ocultar su identidad.
Tanto en la ceremonia de sepelio como en el velatorio que se hizo a cajón cerrado, hubo mucha asistencia de gente, todo en medio de un clima de profunda angustia y justificada incertidumbre.