No hay nada mejor después del merecido descanso dominical fuera de casa, que emprender la vuelta al barrio. Nada se compara con la fragancia conocida de las flores que adornan nuestro jardín. Esa calma chicha que nos rodea en cualquier punto del anhelado Alberti, entrañable en la distancia como la cama propia en dormitorio ajeno. Recorrer los últimos metros hasta nuestra querencia pareciera que acelera los latidos del músculo cardíaco y oxigena hasta el alma saber, que después de la caliente ducha, descansaremos cómodos en el preferido sillón del amplio living. ¡ Que hermosura dijo Orgatti !. ¡ Que preciosura !.. retrucaba mi tía Irma, para referirse a un santo momento como el que detallo.
Todo bárbaro. Todo bien....al menos que al ingresar al nido chiuso de corazón grande, la realidad te abofetee con los puños cerrados.
Como le ocurrió al matrimonio Pagotto, de domicilio en calle Duhalde a 30 metros del semáforo de la escuela Nº 4. Entre las 9.00 hs. y las 17.00 hs. lapso de justa ausencia relajadora, le entraron por una ventana de la parte posterior de su vivienda, ocasionando desorden generalizado en las distintas habitaciones y sustrayendo $ 2000 y dos cadenitas con dijes de oro.
Te imaginas el resto… policías en acción y se verá que pasa.
Lo que sí, feliz domingo....las tarlipes.
Dardo Rojo
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