Es evidente que no existe una aceitada relación entre el Gobierno actual, y la Policía local. Bastó con ver como el Capitán Pochettino quedó “pedaleando en el aire” después que el Secretario de Gobierno informó a uno de los dueños del boliche, que no hubo orden de pedir documentos en la puerta.
Según comentó Hector Maffeo por FM Sol, Marcelo Ciancio le confirmó que el mandato a la Policía fue claro: controlar la entrada de menores, pero no pedir la documentación pertinente. (Si…relea este último párrafo)
Ahora bien. Si nadie dió la orden (hecho difícil en este Gobierno habiendo tantos jefes y “caciques”), cómo se imagina usted que un Policía cualquiera sea su cargo, en medio de semejante conflicto con los adolescentes, quiera ponerse en el papel del “malo de la película”, e ir sin orden alguna a pedir a diestra y siniestra el tan nombrado DNI.?
Por otra parte si el mandato es verificar que no entren menores de 16 años, la única manera es la que prueba la edad de las personas a controlar: DNI.
Salvo que la próxima vez, mandemos al capitán y sus muchachos acompañados de una gitana, y en vez de DNI, pidamos la mano.
Conclusión…Saquemos intermediarios y analicemos a fondo.
Si el Capitán (cualquiera de los tres) se tomó atribuciones, sin mandato del Jefe Máximo Policial en nuestro distrito, nuestro Intendente, estaríamos ante una acefalía en cuanto a lo que tiene que ver con nuestra seguridad. Y eso es ser irresponsable.
Pero si por el contrario, el Capitán obró según órdenes y haciendo cumplir la Ley actual que trata el tema de los Boliches, y después lo desacreditamos por miedo a la pegatina, a quedar mal con futuros votantes o temor a que el problema se nos vaya de las manos, eso es otra cosa. Eso es ser miserable.
Javier Lizarralde
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