El 25 de Mayo de este 2008 amagan a salir, como en los planetas de Ray Bradbury, dos soles… uno en Salta, al calor del oficialismo y otro en Rosario, el de la protesta agraria.
Mi sensación personal es que en general a la gente le hubiera gustado ver un solo sol… el del sentido común.
La señora presidenta, completando lo iniciado por su esposo, no sólo no estará presente ese día en la catedral metropolitana sino que ni siquiera habrá Tedeum y pareciera que terminar con una ceremonia de casi 200 años, tiene que ver mas con el enfrentamiento del gobierno con la jerarquía católica que con las convicciones religiosas. Junto a ella en la provincia norteña veremos a la mayoría de los disciplinados gobernadores, a los sindicalistas de la CGT, piqueteros amigos, algunos empresarios y mucha gente común, muchos argentinos que crean o no en este proyecto, o en lo que predican, pero que participarán del acto oficial.
En Rosario en cambio, si bien en el palco estarán los representantes de las cuatro entidades agropecuarias, algún auto convocado y pocas personas más, en la plaza del monumento a la bandera habrá dirigentes de casi todo el arco opositor y miles de productores ( la mayoría también gente común) que se cree estafada y agredida.
Y no faltarán en los dos actos, quienes con intereses mezquinos pretenden pescar en río revuelto, golpistas, evasores, funcionarios corruptos, y un gran ausente, el sentido común.
Sentido común, que hoy nos indica o tendría que indicarles a los actores, que de esta nueva negociación tiene que surgir el acuerdo, porque ni el gobierno, ni los productores se pueden permitir el fracaso.
No tienen margen para el fracaso.
El gobierno, porque hay miles de necesitados que empiezan a sufrir seriamente las consecuencias, también por la rotura de la cadena de pagos y los consecuentes despidos, por la segura caída de la recaudación y entre muchas mas consecuencias por el probable estallido de algún tipo de violencia y eso estigmatizaría a esta administración si tiene que reprimir o forzar tranquilidad, cuando le gusta levantar la bandera de los derechos humanos.
Y no tienen margen para el fracaso tampoco los productores… porque la gente ya se cansó, de los cortes, de los papelitos, de las faltas en las góndolas, del aumento de costos y porque eso les hace empezar a perder crédito y porque el tiempo de labranza y las necesidades los acotan.
En fin, hay seguramente otro sol, este tercer sol del 25 de mayo, el sol del sentido común, el del consenso, el que alumbre un acuerdo para crecer en armonía aprovechando las ventajas del momento internacional, un sol que no ilumine batallas donde sólo los pobres de uno u otro pensamiento ponen el cuero, y es el más esperado por la mayoría de los argentinos.
Carpincho
carpinchovaledecir@yahoo.com.ar
_______________________