31.3.08

CON DIOS Y CON EL DIABLO

Acerca de la postura de los Intendentes del Frente por la Victoria ante la crisis agro-ganadera.
En los últimos días la crisis del agro y la ganadería de nuestro país pasan por un momento muy difícil, el cual ha generado uno de los despropósitos y mentiras por parte del accionar de muchos Jefes Comunales en cuanto a sus posturas políticas, sus convicciones, y su falta de coherencia, quedando al descubierto su accionar falaz, al pretender demostrar una independencia del Gobierno Central que no es tal.

El Gobierno Nacional ha decidido que la variable de ajuste para mantener su rumbo es la producción, lo cual no es nuevo, pues solo cabe recordar que estos procederes se vienen dando desde el Gobierno de Néstor Kirchner, que mediante los controles de precio, las limitaciones a la exportación y las retenciones encontraron una herramienta que es el pilar fundamental de su sustento político y económico, pues son ellas las que le permiten poder llenar las arcas del estado con fondos de manejo discrecional, que son usados especialmente en la distribución de dineros públicos para distribuir entre quienes están congraciados y subordinados al matrimonio presidencial, pues dichos fondos quedan al arbitrio del Jefe de Gabinete gracias a los superpoderes. Este manejo político ha permitido que solo reciban las mieles del superávit aquellos Gobernadores e Intendentes que sumidos en la obsecuencia, no hacen nada por la defensa real de la producción de los lugares donde gobiernan, los que mediante sus declaraciones pretenden ocultar la verdad, pues sus acciones se encuentran alejadas de la defensa de la actividad agrícola ganadera del país, la cual es sin dudas el mayor sustento de riqueza de la Nación. Ahora bien, creo que hay puntos que deben de tenerse en claro a la hora de hablar y de juzgar las conductas; en primer lugar porque este fenómeno no comenzó en diciembre de 2007, sino que ya es arrastrado con anterioridad, con lo cual resulta indignante ver como algunos jefes comunales del interior hablan acerca de ayudar al campo, de cuidar la producción, y hasta pretenden por medio de sus dichos puramente demagógicos diferenciarse del Gobierno Nacional. Ante esto, y a los efectos de analizar su accionar político cabe preguntarnos, ¿acaso esta política no ha sido llevada adelante desde hace tiempo por el matrimonio presidencial?; ¿acaso estos intendentes no son los mismos que apoyaron incondicionalmente a la Sra. Presidenta, y jamás hubo planteos serios ni de ellos ni de los Gobernadores acerca de que se cambie el rumbo?; ¿acaso no son quienes más se han beneficiado dado que sus gobiernos se sostienen en los subsidios que les envía en forma discrecional el Estado Nacional, y cuyos fondos surgen de este tipo de medidas?. ¿Acaso no son estos los dineros que le permiten mantener municipios llenos de contratos para punteros políticos?; ¿acaso no son estos fondos los que le permiten subsidiar malas administraciones?. No existen dudas acerca de que estos Intendentes han sido y son cómplices fundamentales de este tipo de medidas económicas; y que algunas de sus declaraciones mediáticas o de sus palabras de compromiso a las entidades del campo, no se ven reflejadas en un accionar real que tienda a defender al sector productivo. La mayor parte de estos Municipios se manejan de forma idéntica a la Nación y a la Provincia, y han dado muestras constantes de su mutación política, muchos de ellos son los mismos que en los noventa defendieron los indultos, las privatizaciones, etc., y ahora se convierten en abanderados de los derechos humanos, y del control de las privatizadas; y con la situación del campo pretenden hacerle creer a la sociedad que son distintos, hablan de los caminos de la producción y del apoyo al campo; cuando son ellos los principales beneficiarios de esta política, y cuando han sido ellos, los que llevaron adelante este proyecto electoral en cada uno de sus Municipios. Esta muestra de hipocresía, de falta de respeto a la inteligencia del pueblo, pretendiendo hacerle creer al vecino que no son iguales a las personas con quienes posaban en los afiches, con quienes salían en los spots publicitarios, y a quienes apoyaron electoralmente, no puede tener el menor sustento; pues todos sabemos que en la últimas elecciones son quienes garantizaron la consolidación de este proyecto siendo su actitud la muestra más clara de que poco les importa la coherencia, pues borrando con el codo lo que escribieron con la mano pretenden quedar bien con Dios y con el Diablo.


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