Vemos con preocupación el excesivo gasto en subsidios a indigentes . La masiva distribución de subsidios son tan solo una arista de una lamentable cultura política vinculada con la utilización de la ayuda social como herramienta electora y con la denigración de personas de condición humilde.
Jamás la Municipalidad de Alberti gastó la suma de $ 356.631.- como ocurrió el año pasado. Es necesario recordar que en el año 2003 se gastó en dicho rubro la suma de $ 84.577.- Preguntamos: tanto creció la población con necesidades básicas insatisfechas que justifiquen gastar el 320% más que en el año 2003? Resulta paradójico que en Alberti aumente el número de indigentes, cuando aun suenan en nuestros oídos las palabras del Presidente Kistchner en su visita a nuestra ciudad cuando decía que la pobreza y la desocupación habían bajado considerablemente.
Observamos que se abonan como subsidios a indigentes viajes a empresas de remises quebrantando la normativa legal y desnaturalizando el concepto.
Volvemos a reiterar lo dicho en años anteriores, sobre la utilización de subsidios a indigentes para el pago de horas extras, esta modalidad la vemos que se efectúa de manera sistemática y nunca obtuvimos respuesta.
Bajo ningún punto de vista nos oponemos a que se brinde ayuda bajo esta modalidad, pero que realmente el que la reciba reúna las condiciones contempladas para su entrega.
El festival de subsidios crea clientelismo político y por ende actúa en desmedro de políticas productivas, de fomentar el desarrollo y procurar la dignidad de la persona fomentando el trabajo como sostén de sus necesidades y las de sus familias.
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