La 22 edicón del festival junto al Rio Salado se realizó bajo condiciones climáticas muy buenas, salvo el amague de lluvia de la noche del sábado que obligó a postergar algunos de los artistas contratados para ese día; La gente de nuesto distrito acompañó en general la propuesta, sobre todo la noche del viernes cuando actuó Luciano Pereyra que reunió a una multitud.
Respecto a los aciertos, creemos que fue apropiada la elección de lugar ya que permitió un mejor desplazamiento de las personas entre los stand y una mayor comodidad para quienes participaban del espectáculo. Fue muy buena la calidad del sonido, según dicen contratado en Zárate y también la iluminación y fue solvente y sostenida la labor de los experimentados conductores, Nancy DeAndés, Raúl Poggi y Alejandro Luna.
Respecto a las sombras, hay que decir que fue floja la participación de aspirantes a consagrarse en Cosquín, que se privilegió la actuación de artistas profesionales y eso va en desmedro del concurso, lo que ya viene pasando dede hace unos años, no hubo motivación para que hubiera muestras paralelas como las que se hacían en ex-colegio comercial y fue también floja la participación de artesanos.
Un Pre Cosquín de esta naturaleza, nos habla de un festival que viene perdiendo brillo desde su aporte cultural respecto a la aparición de nuevos valores en pos de un festival mas comercial y pasatista donde el asunto pasa por la contratación de figuras cuanto mas televisivas mejor, un festival mucho mas de fuegos artificiales que de valores tradicionales.
Una perla negra nos pareció la eforzada y a lo mejor virtuosa actuación de dos jóvenes que se movían al son de un rock cantado en inglés con unas espadas tipo guerra de las galaxias y otra la abundante propaganda política, que no hace tanta falta en un pueblo en el que todos conocen a los que sientan en las primeras filas.
Carpincho
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