20.1.09

"UN DIA"



Y hubo un dí­a... en que todo fue silencio.Y hubo un día... en el que la ciudad sintió el cimbronazo del dolor.Un día... en el que todo fue dolor.Un dí­a en el que Alberti lloró. Fue un dí­a... que nunca quisimos vivir.Un día... en el que hubiéramos querido dar vuelta el reloj de arena para que el tiempo se detuviera y pudiéramos hacer con nuestras manos unidas, un puente que vaya de la Vida a la Muerte y volver a la Vida, así­... de repente, sin mediar palabras, tan sólo con el latido de nuestros corazones. Fue un día... de meditación, de recuerdos, de anécdotas, algunas cargadas de situaciones risueñas, otras dolorosas, afables. De apretones de manos, de abrazos interminables, pero por sobretodo de DOLOR. De un DOLOR intenso, lacerante, que nos fue desgarrando por dentro y por fuera. Un dí­a... en el que mil voces preguntaron: "Por qué?".Un dí­a... en el que el sentimiento dio paso al egoísmo al escuchar: "Por qué? si nos hací­a tanta falta!". Un dí­a... que nos dejó paralizados e hicimos todo todo maquinalmente porque nuestro espí­ritu estaba más allá. Un día... donde a pesar del dolor que causaste en tus familiares, colegas, amigos y pacientes, Dios decidió que abandonaras el barco porque creyó que ya todo estaba encaminado como lo habías soñado, sin pensar quizá, que tu ausencia iba a doler tanto. Y sí­!... Fue un dí­a al que seguirán muchos. En los que tu sonrisa afable, el beso cálido o aquel : - Qué tal está?, o - Qué susto nos dio la otra noche!, faltarán en nuestro calendario, y pasarán los meses, los años, pero siempre te recordaremos con todo el amor que supiste ganarte. Fue un día... en el que, para nuestra tristeza, el cielo se llenó de júbilo porque llegaba un ser humano maravilloso, un profesional único, un hombre que con defectos y virtudes, como todo ser humano, supo hacer de su vida y su profesión un derrotero inigualable. Un día... en el que tu entrada al paraí­so, y con la anuncia de Dios, Frank Sinatra cantó como nunca para vos: "A mi manera", tu favorita. Un dí­a... en el que los que aquí­ quedamos, dijimos:





" ADIOS Y GRACIAS DOCTOR! "


"ADIOS Y GRACIAS PITUSO! "


A tu memoria.


Marí­a del Carmen Morello


(Otra fanática de Alfonsin como vos)
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