(Sainete municipal en muchísismos actos)
Si a la gestión Zacca le faltaba algo para recibirse de auténtico conventillo, lo ha logrado en estos días con la renuncia intempestiva del Secretario de Gobierno –Concejal-Intendente Interino, Sebastián Daffonchio, posterior al episodio de los gorgojos.
Respecto al paquete con gorgojos, es una nimiedad comparada con otros hechos y falencias y no merece ni comentarla, pero reconozcamos que tanto los gorgojos como los exabruptos de Sebastián no ameritan una renuncia de quien tenía firmes pretensiones de suceder en forma definitiva al Intendente.
Tampoco es demasiado creible que esto obedezca a un rapto de furia o al carácter impulsivo del renunciante quien desde hace un tiempo nos viene demostrando que puede manejarse con prudencia cuando quiere.
¿ A que obedece entonces, esta aparente precipitada renuncia? Y ¿ Que consecuencias acarrea?
La renuncia parece mas lógica si uno considera que Daffonchio no ha logrado en este tiempo como Secretario de Gobierno torcer el rumbo a una administración que sigue haciendo agua… y que cada vez es mas Martín dependiente, tampoco ha logrado un éxito rotundo en su lucha por ordenar el tránsito a pesar de los compromisos institucionales publicitados y sabe de un futuro inmediato difícil para las cuentas municipales y de la esperable derrota en las elecciones próximas.
Pero sobre todo, y desde una óptica política personal, sabe que no logró los consensos para llegar como candidato a Intendente, cosa que si parece ir logrando la Diputada Marta Médici.
De las consecuencias, no se puede descartar ninguna hipótesis, pero la ausencia del Intendente Zacca parece una de ellas, ya que ha optado por hacer como el avestruz, metiendo la cabeza en un agujero, en lugar de retomar el timón en medio de la tormenta, como corresponde a cualquier capitán de barco que se precie. Otra tal vez será, ahora sí, la renuncia de la Secretaria de Salud, salvo que esté enamorada del cargo y la peor de todas la absoluta anarquía que esto supone en los días venideros para una administración que se comunica con su jefe por teléfono.
La situación, realmente de conventillo, habilita, de alguna manera, un rotundo éxito para la manifestación de los autoconvocados y de la gente el lunes 26 y da un espaldarazo a ciertas posturas como las del concejal Tresser, o las de los concejales opositores en la negativa a un aumento de tasas.
Carpincho
carpionchovaledecir@yahoo.com.ar
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Si a la gestión Zacca le faltaba algo para recibirse de auténtico conventillo, lo ha logrado en estos días con la renuncia intempestiva del Secretario de Gobierno –Concejal-Intendente Interino, Sebastián Daffonchio, posterior al episodio de los gorgojos.
Respecto al paquete con gorgojos, es una nimiedad comparada con otros hechos y falencias y no merece ni comentarla, pero reconozcamos que tanto los gorgojos como los exabruptos de Sebastián no ameritan una renuncia de quien tenía firmes pretensiones de suceder en forma definitiva al Intendente.
Tampoco es demasiado creible que esto obedezca a un rapto de furia o al carácter impulsivo del renunciante quien desde hace un tiempo nos viene demostrando que puede manejarse con prudencia cuando quiere.
¿ A que obedece entonces, esta aparente precipitada renuncia? Y ¿ Que consecuencias acarrea?
La renuncia parece mas lógica si uno considera que Daffonchio no ha logrado en este tiempo como Secretario de Gobierno torcer el rumbo a una administración que sigue haciendo agua… y que cada vez es mas Martín dependiente, tampoco ha logrado un éxito rotundo en su lucha por ordenar el tránsito a pesar de los compromisos institucionales publicitados y sabe de un futuro inmediato difícil para las cuentas municipales y de la esperable derrota en las elecciones próximas.
Pero sobre todo, y desde una óptica política personal, sabe que no logró los consensos para llegar como candidato a Intendente, cosa que si parece ir logrando la Diputada Marta Médici.
De las consecuencias, no se puede descartar ninguna hipótesis, pero la ausencia del Intendente Zacca parece una de ellas, ya que ha optado por hacer como el avestruz, metiendo la cabeza en un agujero, en lugar de retomar el timón en medio de la tormenta, como corresponde a cualquier capitán de barco que se precie. Otra tal vez será, ahora sí, la renuncia de la Secretaria de Salud, salvo que esté enamorada del cargo y la peor de todas la absoluta anarquía que esto supone en los días venideros para una administración que se comunica con su jefe por teléfono.
La situación, realmente de conventillo, habilita, de alguna manera, un rotundo éxito para la manifestación de los autoconvocados y de la gente el lunes 26 y da un espaldarazo a ciertas posturas como las del concejal Tresser, o las de los concejales opositores en la negativa a un aumento de tasas.
Carpincho
carpionchovaledecir@yahoo.com.ar
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