Hablar del Pre- Cosquín en Alberti es hablar realmente de una marca registrada. En la zona y aún mas allá, es conocido por la gente vinculada al folclore y son muchos los que han llegado a Cosquín habiendo ganado en esta subsede. De hecho alguno de ellos han triunfado también en ese magno escenario como aquel recordado bailarín de malambo, Mariano Montaña, y que hoy ejerce la medicina a la par con su actividad artística.
Si bien es cierto que algunos cuestionan el gasto del municipio en esta realización, es de destacar que Alberti logra con un hecho cultural de esta magnitud trascender sus límites, y durante esos dos o tres días es visitado por muchos forasteros que acuden al evento lo que lo convierte de alguna manera en una inversión. Por otra parte los propios vecinos tienen a su alcance la posibilidad de ver en vivo y con costo ínfimo o gratuito un espectáculo que, en general, es de buen nivel artístico.
La feria de artesanos, también pone su nota de color, el aroma de las parrillas da un marco apropiado a la fiesta… y hasta las consabidas tormentas parece que se dieran cita regularmente, para sobresalto de los organizadores. Todo ello ya es parte de la tradición del Pre- Cosquín y debe ser valorado.
Los veinte años, nos deben permitir de todas maneras, hacer algún modo de balance para ir mejorando el festival, para que no sea muy oneroso a la comunidad, para que se privilegie lo verdaderamente artesanal por sobre lo comercial, para que lo disfrute cada vez mas gente y para que se difunda nuestra cultura y nuestro acervo de pueblo bonaerense… y también para recordar a los pioneros que soñaron e hicieron este evento como Pedro Arruvito y otros.
Si bien es cierto que algunos cuestionan el gasto del municipio en esta realización, es de destacar que Alberti logra con un hecho cultural de esta magnitud trascender sus límites, y durante esos dos o tres días es visitado por muchos forasteros que acuden al evento lo que lo convierte de alguna manera en una inversión. Por otra parte los propios vecinos tienen a su alcance la posibilidad de ver en vivo y con costo ínfimo o gratuito un espectáculo que, en general, es de buen nivel artístico.
La feria de artesanos, también pone su nota de color, el aroma de las parrillas da un marco apropiado a la fiesta… y hasta las consabidas tormentas parece que se dieran cita regularmente, para sobresalto de los organizadores. Todo ello ya es parte de la tradición del Pre- Cosquín y debe ser valorado.
Los veinte años, nos deben permitir de todas maneras, hacer algún modo de balance para ir mejorando el festival, para que no sea muy oneroso a la comunidad, para que se privilegie lo verdaderamente artesanal por sobre lo comercial, para que lo disfrute cada vez mas gente y para que se difunda nuestra cultura y nuestro acervo de pueblo bonaerense… y también para recordar a los pioneros que soñaron e hicieron este evento como Pedro Arruvito y otros.