Luego de las elecciones nos resulta inevitable hacer ciertas reflexiones.
¿De qué hablamos cuando hablamos de democracia? No se trata sólo de la posibilidad de entrar al cuarto oscuro. La democracia tiene que vivirse cada día. Votar no es sólo la acción de poner el sobre en la urna sino una elección que determina la forma de vida que queremos para todos. Por lo tanto, es principal condición que a la hora de elegir gocemos de absoluta y verdadera libertad, porque condicionar un voto es no dejar más que una opción. No nos preguntamos si el fin justifica los medios.
Nos preguntamos cuál es el verdadero fin y qué tan lejos pueden llegar para alcanzarlo.
Daniela y Mariana Albizzatti
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