4.5.11

BIN LADEN, como creer las verdades de una potencia mentirosa

(artículo de www.elinformanteweb.com.ar)


La única foto del cadáver de Osama que circuló por los medios y aún se encuentra en internet ( imagen que ilustra este artículo) resultó ser trucada, una especialidad del Departamento de Estado, que entregó al Consejo de Seguridad de las Naciones unidas fotos falsificadas como supuestas pruebas de la existencia de armas de destrucción masiva en la Irak de Sadam Husein.



Según las mismas fuentes gubernamentales estadounidenses, el cadáver de Osama Bin Laden fue “arrojado al mar” para respetar el rito musulmán de no demorar más de un día la inhumación luego de un fallecimiento, y también, para evitar la creación de un santuario.



Lo concreto es que las únicas fuentes de semejante noticia son las palabras de un gobierno que, durante los últimos diez años, década en que se viene desarrollando la Guerra Global contra el Terrorismo Internacional, se especializó en difundir verdades a medias, cuando no y lisas llanas mentiras.



Al episodio de las fotos trucadas con las que el Departamento de Estado intentó engañar a las naciones miembros del Concejo de Seguridad fue la puntada inicial de hechos primero ocultados, luego negados, y finalmente reconocidos, generalmente por la filtración de información a través de internet. Ejemplos: las torturas a prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Grijab, la existencia misma del campo de concentración en Guantánamo (y las torturas físicas y psicológicas que allí se practicaban), e innumerables cantidad de “errores” y “daños colaterales” de que fueron víctimas civiles (niños, ancianos y mujeres y hombres no combatientes) en Irak y Afganistán.



Desde hace tiempo circulan dos versiones sobre la supuesta - o real - muerte de Osama Bin Laden: a causa de un cáncer, o víctima de los bombardeos que los aviones estadounidenses efectuaron a las cuevas que ofician de "santuarios" de Al Quada en la frontera afgano-paquistaní.



Lo cierto es que la noticia llega en un momento muy conveniente para la alicaída imagen del actual presidente ante la opinión pública de su propio país, poco tiempo después que lanzara formalmente su campaña para la reelección, dentro de algo menos de dos años.