Escribo sobre este particular motivado solo por la extrañeza que me causa y no porque tenga pretensiones de sostener o demostrar hipótesis alguna. Y aclaro el punto porque no va a faltar quien piense que el mismo responde a algún fin. Tampoco lo hago con la rigurosidad estadística que merece un estudio, ni con la seriedad que corresponde a un ensayo sobre el tema. Ni siquiera estoy seguro que merezca la pena para los lectores y respecto a mi, podríamos decir que lo hago para despuntar el vicio de escribir o por el placer de hacerlo.
El caso es que hay mas de treinta ( 30 ) albertinos que son comisarios de la Policía de la Provincia de Buenos Aires en actividad, y otra decena al menos de sub-comisarios, a los que si les sumamos los demás integrantes de la fuerza pasamos con holgura los ciento cincuenta (150) efectivos activos. Y lo extraño es, que siendo Alberti un distrito con una población estable alrededor de diez mil habitantes, un distrito de los más chicos, quintuplique la media estadística, que surge de dividir los catorce millones de habitantes por los aproximadamente cincuenta mil integrantes de la fuerza.
En suma, por cuestiones de fuerte vocación, de necesidad de trabajo, o por los atractivos de la profesión o por lo que sea, lo albertinos elegimos mucho más que otros pueblos, ser policías. Y no solo lo elegimos, sino que logramos acceder y escalar posiciones en la fuerza también de una manera llamativa, ya que uno de cada tres policías albertinos es Sub-Comisario o Comisario (incluso Comisarios Inspectores).
Para terminar, y sin arriesgar teoría sobre las razones, diría que en principio no parece malo que este tipo de fuerza se nutra de jóvenes del interior y sobre todo de pueblos chicos como el nuestro.-
Carpincho
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