Si tuviera los conocimientos necesarios para realizar un análisis sociológico serio me gustaría explorar algunos aspectos del peronismo, que según mi óptica mucho tienen que ver con la realidad de este país desde hace por lo menos 60 años…uno de esos aspectos es el manejo de de la cosa pública. Concretamente pareciera que son incapaces de distinguir el manejo de la cosa pública, de la s cuestiones que hacen o afectan a toda la sociedad, de las cuestiones privadas… y en cuestiones podemos englobar casi todos los aspectos de la vida privada.
En estos días, con motivo de un feliz acontecimiento familiar, el casamiento de un hijo de Raúl Rivara, aparece en nuestra sociedad otra muestra de este aspecto, con la simpática aparición en la fiesta de remeras con leyendas alusivas a la candidatura de de Felipe Solá, autoproclamado presidenciable para el 2011 y otras clamando el retorno del ex -ministro.
Vale aclarar, que el episodio es absolutamente inocente, y probablemente se originó en la asistencia al casamiento del ex –goibernador, pero sirve como ejemplo de lo que sucede en forma permanente entre los dirigentes de esa filiación política.
Hay veces, por ejemplo que las cosas no son tan inocentes, y entonces vemos que la familia presidencial compra loteos fiscales a precios irrisorios, funcionarios que se auto-otorgan créditos, o el uso indiscriminado de bienes públicos para cuestiones personales… sin que les genere pudor alguno…. Como si ganar una elección no solo da derecho a gobernar, sino a usar y usufructuar del gobierno como les plazca. Pero lo que lo hace mas llamativo, y por ello me gustaría analizarlo en profundidad, es que el votante tradicional, el que vota por la camiseta, ( y son muchos), no solo acepta esta situación, sino que la corresponde y respalda.
Es cierto, de todas maneras, que en sociedades como la albertina no aparecen tan evidentes, pero si se nota, y mucho, a medida que nos acercamos a grandes conglomerados urbanos o a algunas provincias del interior…. donde el manejo de la cosa pública está en manos de verdaderos caudillos territoriales, y donde gobernar convierte al gobernante en casi un señor feudal, dueño de bienes … y vidas.
Volviendo a Alberti, y dejando ya de lado esto de mezclar cuestiones públicas y privadas, algunos creen que las remeritas ocultan un mensaje para adentro y para afuera del peronismo local… y que el momento elegido, preanuncia también, alguna candidatura para el novel esposo.
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